¡Vaya burrada de título que le ha puesto hoy este chavalito al post!, pensarán algunos. No, no. De hecho, no. No serán algunos en el sentido del propio adjetivo, si entendemos por algunos el hecho de ser unas cuantas personas respecto a otras (sin tener en cuenta las preferencias políticas de cada uno). Seguramente el 99,9% de los que se identifiquen con un partido político pensarán que es una burrada y el 99,9% de los que se identifiquen con otro pensarán que no lo es. Quizá esté resultando un tanto críptico. Intentaré explicarme mejor.
No soy el primero -ni seré el último- que lleva un tiempo sintiendo que el pensamiento crítico en este país se encuentra en vías de extinción, estado en tránsito al que, además, la blogosfera española contribuye (parece que) con gusto, en vez de tratar de evitarlo. Desconozco completamente cuántos blogs políticos nacen cada día. Seguramente más de los que imaginemos cualquiera de nosotros. Sin embargo, la inmensa mayoría se dedica a ser altavoz de su partido de devoción. Y, ¡ojo!, que a ninguno se le ocurra salirse del redil, que los perros pastores transmutados en formato comentario o email se encargarán de devolverlos al recto camino. La crítica aceptada es mínima. Las palabras admitidas, menores aún. Que nadie tenga valor de llamar miserable al que lo es, inútil al incapaz o ladrón al estafador. A la menor, la sangre llegará al río y provocará verdaderos dolores de cabeza.
Parece que quienes nos sentimos más identificados con una corriente política no podemos tener palabras duras contra ella cuando no aprobamos los comportamientos de aquellos que toman las altas decisiones. Algunos compañeros, incluso, optan por hacer aclaraciones (afortunadamente sin echarse atrás y reafirmando lo escrito).
Pues aquí no, señores. Aquí no. Aquí se rectificará cuando haga falta -porque errores cometemos todos; y los que escribimos, más-, pero no se pedirá perdón por una idea discordante con las directrices de partido. Aquí seguiremos siendo reacios a que la crítica desaparezca, tanto hacia unos como hacia otros, y no cejaremos en nuestro empeño. El que quiera seguidismo, ya sabe dónde encontrarlo.
Esto es lo que dicen…